María llega cansada de trabajar sin cruzarse con Juan, su pareja, que ha empezado su turno hace una hora. Coinciden poco tiempo en casa y cuando lo hacen, la oportunidad de tener relaciones sexuales parece que no es prioritario para uno de los dos, demasiado agotado y con más ganas de dedicar el tiempo a otros que haceres…
¿Te ha pasado algo similar o conoces a alguien cercano que pueda ser protagonista de esta historia?
Pues este es solo un ejemplo de una de las posibles causas por las cuales no se siente plena satisfacción sexual en la pareja. Otros motivos pueden ser desde una disfunción sexual hasta que uno de los dos miembros de la pareja tenga más deseo que el otro. También puede ser por falta de comunicación en la pareja o porque el ritmo circadiano de ambos es diferente, uno prefiere en la noche y el otro muy temprano en la mañana. Todo lo anterior puede llevar a una incompatibilidad.
El problema es que, si estas situaciones se dan con cierta frecuencia y siempre en la misma dirección, el miembro de la pareja rechazado puede acabar obsesionándose con el tema y mostrando cierta hiperactividad sexual; y por parte de la persona que no tiene ganas, aparece ansiedad y malestar por el sexo que acaba agravando aún más estas diferencias. Se puede llegar a sentir como una “presa” y en los casos más graves, cada vez que su pareja se acerca lo vive como una experiencia aversiva. Y lo peor de todo es que no se siente lo suficientemente fuerte como para comunicárselo a su pareja ya sea por culpa o miedo al abandono.
Una de las técnicas más eficaces para superar esta situación – siempre y cuando no sea por causa biológica – recae en el diálogo pues hay quienes afirman que es el mejor fármaco para el sexo ya que hablar con la pareja desde la sinceridad ayuda a comprender bien qué le pasa al otro y buscar una solución. No consiste en buscar un culpable, sino de explicar cómo nos sentimos y a partir de ahí pactar alternativas de solución.
El ritmo de vida laboral y social actual de cada individuo choca en algunos casos con la vida en pareja, dificultando encontrar esos momentos de intimidad y de negociación que puedan aliviar la situación. Por eso, una opción sería, por ejemplo, proponer abiertamente a tu pareja un fin de semana para estar juntos. De hecho, esto puede provocar fácilmente pensamientos y las acciones encaminadas hacia un futuro encuentro sexual. Además, este tipo de propuesta a tu pareja también ayudaría para que uno de los dos no siempre tenga la sensación de que “le toca ceder” y el otro de que siempre “esté insistiendo”.
También puedes ayudarte tratando de reducir el estrés con técnicas como la respiración, dar paseos al aire libre o hacer cosas que te gusten pues algunos síntomas del estrés como la irritabilidad, el agotamiento o los problemas de sueño hacen que no busquemos ni espacio ni tiempo para el disfrute.
Las técnicas para reducir el estrés también te ayudarán a trabajar en tu autoestima y te permitirán quererte y valorarte lo suficiente, lograr mayor seguridad en ti mismo/a y sentirte tranquilo con la decisión que tomes.
Atrévete a innovar y no permitas que te gane la monotonía, por eso explora cosas nuevas que te hagan sentir a ti y a tu pareja placer en las relaciones sexuales.
En todo caso, recuerda que es importante no dejar pasar esta situación esperando a que se solucione por sí sola. Si la cuestión se convierte en un área más de conflicto de la pareja, y no se afronta desde la sinceridad y la tranquilidad, tiende a complicarse y empiezan a acumularse cuentas pendientes que luego acaban saliendo. En muchos casos las parejas piden ayuda cuando el problema está ya muy avanzado, lo que dificulta la actuación del profesional.
Por eso, si te identificas con las descripciones anteriores no dudes en contactarte con Padma Terapia, Psicólogos Especializados en Pareja en Bogotá donde te brindaremos el acompañamiento profesional necesario para que puedas asumir tu sexualidad de manera plena y responsable.