[vc_row][vc_column][vc_column_text]Este es un término que ha surgido a raíz de la pandemia y se dio como resultado de las consecuencias que la pandemia ha dejado en nuestras vidas, especialmente en la de los niños.
El hecho de estar mucho tiempo con las restricciones, el confinamiento estricto que comenzó sin aviso, los cambios en las rutinas y nuestros inseparables amigos “el tapabocas” y el “alcohol” nos ha costado asimilarlo, y los niños no son la excepción. Si bien es cierto, ellos tienen más facilidad de adaptación que un adulto y son más disciplinados que nosotros los adultos, está demostrado a través de las consultas de psicología y de los centros educativos y médicos que también comienzan a hacer preguntas sobre el impacto de la pandemia, sobre el por qué pasa esto, hasta cuándo, si siempre va a ser así y sobre su deseo de jugar a campo abierto con sus amiguitos y sin tapabocas.
Ante este panorama y ante los síntomas manifiestos como ansiedad, irritabilidad e inquietud, entre otros, nos preguntamos si es que acaso estamos ante una nueva generación de personas, la llamada generación “Pandemials”, la cual, está conformada por los niños y niñas de entre 0 y 5 años, es decir, los que han nacido desde 2016 hasta la fecha. Estos niños están creciendo en las condiciones actuales de aislamiento social, por lo que se ha visto disminuido el contacto con sus iguales, limitando en cierta forma su desarrollo social, afectivo e, incluso, cognitivo. También están creciendo en un momento de cambios económicos y culturales derivados del virus, y con una interpretación diferente a la que veníamos teniendo de las relaciones sociales.
Entonces muchas preguntas nuevamente surgen: ¿les costará interactuar sin mascarillas de por medio?, ¿serán más o menos sociables?, ¿tendrán el mismo apego que tienen ahora los adolescentes con la tecnología?
Algunos de los síntomas del impacto de la pandemia en los niños Pandemials pueden manifestarse a nivel físico, como, por ejemplo, problemas de audición derivados del uso excesivo de las tecnologías, sobrepeso y obesidad, disminución de las horas y calidad del sueño, dolores musculares o estrés visual.
Ahora, a nivel emocional se pueden encontrar síntomas como dificultad en la gestión emocional, en la manera de relacionarse y el desarrollo de ciertos miedos relacionados con el contagio y que están asociados con fobias sociales, como es el caso de la agorafobia (miedo a los lugares públicos y espacios abiertos), por ejemplo. Los niños fácilmente pueden presentar llanto, enfados y rabietas, comportamientos de bloqueo y paralización, es posible que no quieran salir a la calle y también pueden presentar dificultades para dormir.
Para saber cómo gestionar estos comportamientos, debes enseñar a tus hijos algunas herramientas de autorregulación de manera que él/ella pueda identificar sus emociones, ponerles un nombre y resolverlas. Por eso aquí te brindamos algunas recomendaciones:
- La técnica de la tortuga para el control del enfado, la cual consiste en utilizar un caparazón imaginario o si quieres elaborar uno muy sencillo con una caja de cartón y, según nuestro estado de estrés o calma, ir sacando extremidades o no. De esta forma, el niño se estira y relaja mientras va desviando su atención e identifica ambos conceptos de manera divertida.
- Otra actividad es repartir responsabilidades y delimitar el tiempo para las tareas escolares, domésticas y de ocio. Consiste en asignarle horas determinadas durante el día a cada una de estas tres actividades.
- Evitar los dispositivos electrónicos dos horas antes de ir a dormir y crear rituales nocturnos que le ayuden a descansar, como, por ejemplo, darle un baño o un masaje con aceite.
- Hay que fomentar la interacción social como salir al parque a jugar con otros niños y realizar actividades en grupos, por ejemplo. En este caso, el deporte puede ayudar mucho. Además, se puede reforzar con actividades creativas que le gusten, como la pintura, el dibujo o la lectura.
Por último, pero no menos importante, se debe implementar con el niño una comunicación multidireccional, un modelo democrático, donde ellos puedan ser escuchados y tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones que les afectan.
La comunicación entre los padres y los profesores también es fundamental, debes hacer seguimiento en el ámbito académico y analizar si también se pudiera estar viendo afectada la parte académica.
Si identificas a tu hijo/a con las características de un niño Pandemials y si te preocupa que esté afectado actualmente o que lo pueda llegar a estar, acude a nuestros servicios en Padmaterapia donde te brindaremos la asesoría necesaria para ayudar a tu hijo a gestionar sus emociones en estos momentos de dificultad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]