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Es increíble cómo en pleno siglo XXI la homosexualidad sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad causando rechazo hacia quienes hacen parte de esta comunidad. Sin embargo, esta misma represión ha hecho que no solo quienes se sienten atacados y señalados, conformen un movimiento fuertemente ideológico en pro de los derechos que les son vulnerados, teniendo que enfrentarse a un complejo escenario social, político y cultural.
Gracias a todo ello, de manera progresiva han surgido nuevas denominaciones de grupos con orientación e identidad sexual diferentes a la tradicional “heterosexualidad”, una de ellas, la homosexualidad.
Cuando una persona comienza a sentir atracción por personas del mismo sexo, comienza a cuestionarse si esto será “normal” y yendo un poco más allá, en una proyección a futuro, se pregunta si ha de compartir o callar este sentir. Ante esta disyuntiva, expresan sentir miedo, frustración y tristeza por lo que dirían sus familiares si supieran que son homosexuales; sin embargo, es precisamente este aspecto el que tiene mayor relevancia a la hora de aceptar la homosexualidad.
Por su parte, los padres pueden vivir este momento con mucho dolor, porque no estaba dentro de sus expectativas que su hijo/a tuviera una orientación homosexual, y porque en medio de ese dolor también se ponen en el lugar de su hijo/a y pueden percibir el sufrimiento que ha significado “guardar este secreto”. Los padres también pueden no sentirse preparados pues asocian la homosexualidad con muchos estereotipos y representaciones sociales que lo único que generan son pensamientos limitantes y acciones juzgadoras.
Básicamente el rol de la familia en la gestión de la homosexualidad es vital para la persona puesto que marcará sus experiencias y transiciones personales y paradójicamente puede representar un factor de riesgo perturbador o un elemento beneficioso facilitador en este proceso.
Para el caso de las familias que tienen conocimiento sobre la homosexualidad de uno de sus miembros, sería importante formarse en el desarrollo de habilidades y competencias emocionales, educativas, comunicativas y sociales que estimulen el desarrollo de sus hijos e hijas y le transmitan la confianza necesaria para su posterior adaptación.
Para el caso de las personas que están reconociendo su orientación homosexual, que no se sienten cómoda con ella o que no saben cómo expresarla, pueden beneficiarse de la terapia para recibir apoyo y la oportunidad de clarificar sus emociones. La terapia también puede ayudar a hacer el ajuste a los problemas y conflictos que surjan en el ámbito personal, escolar y familiar.
Si tú que estás leyendo este artículo tienes prejuicios, ¡Ya es hora de comenzar a vivir y dejar vivir! De respetar a las personas y valorarlas por quienes son y no por el estilo de vida que eligen para vivir, es hora de dejar de juzgar a los demás! Debemos educarnos para así poder comprender y apoyar saludablemente el desarrollo de nuestra libertad social. Tratar de definir la homosexualidad dentro de parámetros rígidos y simplistas, resulta absurdo!!. Comencemos a celebrar las diferencias que nos caracterizan, y a propiciar un ambiente de amor y aceptación ante la gran diversidad de expresión humana.
En Padma Terapia te brindamos las orientaciones necesarias para afrontar el descubrimiento y aceptación de tu orientación sexual y también brindamos acompañamiento a la familia para asumir desde lo emocional y lo práctico esta novedad.
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