[vc_row][vc_column][vc_column_text]
Muchas veces el tener todo controlado nos genera satisfacción, cumplir con cada tarea de la forma y en los tiempos que tenemos planeados puede ser satisfactorio a corto plazo, pero, ¿que pasa cuando esta necesidad de tener todo controlado nos genera ansiedad, estrés y frustración?
Ser perfeccionista muchas veces es visto como una cualidad positiva por muchos, pero cuando hay necesidad de controlar absolutamente cada uno de los aspectos de la vida no sólo propia sino de los demás es cuando encontramos un problema que afecta la forma en que vivimos nuestro día a día.
Las personas que sufren de manera obsesiva su necesidad de control y perfeccionismo presentan diferentes características, que podrían darnos una luz de la necesidad de conseguir apoyo y ayuda.
En primera instancia son personas que tienen muy baja tolerancia a la frustración, ya que cada vez que algo no sale de la forma que tienen planeado, se sienten frustrados y se critican duramente por lo que han hecho, evalúan muy profundamente las distintas opciones y más que todo los errores cometidos, cayendo en una crítica tan fuerte que afecta su propia autoestima. Así mismo, son personas que se anticipan a lo negativo, están todo el tiempo tratando de identificar los problemas que podrían suceder ante cualquier situación y viven más preocupados por lo que podría pasar (sobre todo lo que podría salir mal) y no por el presente. Asimismo, son personas a las que les cuesta vivir con la duda, con la incertidumbre, no están en la capacidad de permitir que las cosas sucedan en la marcha, y esto los lleva a la ansiedad y la depresión, necesitan todo el tiempo estar controlando cada detalle para no exaltarse por cualquier inconveniente y obstáculo.
Asimismo, quienes están en la constante búsqueda del control y el perfeccionismo arruinan eventualmente sus relaciones personales, son personas que no solo quieren controlar su vida, también la de los demás. Quieren estar en control de su pareja, su familia, sus hijos e incluso sus amigos, ya que la incertidumbre de no saber cada detalle de sus vidas y de cómo lo manejan les genera estrés. Todo esto también nos apunta a que son personas altamente inseguras, que no confían no solo en lo que los rodea, sino en si mismos, y como mencionábamos afecta mucho sus relaciones. Por ejemplo, en el trabajo les cuesta confiar en sus colaboradores, buscando siempre cada detalle minucioso de cada cosa que hacen los demás, para que todo salga perfecto (bajo su objetividad), afectando sus relaciones laborales y su trabajo mismo ya que toma más tiempo hasta que sienta que cada detalle se encuentra cómo lo tiene planeado.
Con todo esto no queremos decir que si alguien está buscando hacer las cosas bien sea una persona obsesionada con el control y el perfeccionismo, todos queremos sobresalir en cada aspecto de nuestra vida y hacerlo de la mejor manera, sin embargo cuando estos comportamientos son repetitivos, obsesivos y afectan nuestra calidad de vida y nuestras relaciones entonces es cuando debemos prender una luz de alerta y acudir a un especialista que nos ayude a controlar este tipo de comportamientos para que podamos llevar una vida tranquila y perfecta sin afectar nuestra cotidianidad. En PADMA terapia contamos con psicólogos especialistas en Bogotá que lo ayudarán con diferentes técnicas y herramientas para identificar estos comportamientos.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]