Tal vez has escuchado esta frase en innumerables momentos, especialmente en aquellos en los cuales acabas de pasar por situaciones donde te sientes menospreciado o maltratado.
¡Y es cierto! El amor propio es ese motor que todos tenemos y que debemos usar continuamente para afrontar cada obstáculo y cada experiencia de la vida. La energía que produce ese motor es la que nos hace movernos y desenvolvernos, garantiza, por ejemplo, que elijamos mejor a las personas que conforman nuestra vida. Implica además que podamos enfrentarnos con mejores recursos a cualquier desafío, sea grande o pequeño. Es ese estado mental y emocional que nos permite sentirnos bien con nosotros mismos. Influye en la forma en que nos relacionamos con los demás, en la imagen que proyectamos en cualquier ámbito de nuestra vida y en la manera en que hacemos frente a los problemas.
El amor propio no solo se logra cuidando la imagen, ni a través de lecturas de crecimiento personal, compartiendo tiempo de calidad con los seres queridos o disfrutando de la soledad. También se logra apreciando todo aquello que hacemos y valorando lo que somos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que factores como, por ejemplo, la crianza disfuncional o el haber recibido una educación autoritaria, pueden influir en la manera en que asumimos este amor propio.
Sabrás que tienes amor propio cuando no dudas de ti, cuando actúas de manera inteligente forjando tus intereses y fortaleciendo tus valores, cuando aceptas de mejor manera tus debilidades y no ves la necesidad de estar justificándote todo el tiempo.
Si quieres aumentar este amor hacia ti mismo, te informamos cómo puedes empezar:
Lo primero que debes hacer es permanecer muy atento y consciente sobre lo que piensas, sientes y deseas, sin actuar en función de lo que los demás quisieran para ti. No te descuides ni dejes pasar por alto aquello que te molesta y no te dejes en segundo lugar ya que ello te va quitando energía propia. Comienza por apreciarte tal como eres y valorarte.
Actúa en función de tus necesidades y no de tus deseos. Antes de realizar una acción en tu vida, pregúntate si realmente lo necesitas o si esto responde más bien a un deseo tuyo. Pon tu accionar en una balanza. Si te enfocas en lo que necesitas, te apartarás de actuar por impulso y evitaras comportamientos poco saludables que no te dejan avanzar o evitarás entrar en problemas.
Por ningún motivo descuides tus necesidades básicas. Realiza actividades saludables, aliméntate bien, realiza ejercicio físico, trata de mantener un ritmo de sueño estable, ten intimidad y conserva relaciones sociales e interpersonales saludables. Todo esto implica sacar tiempo para ti y darte prioridad, es ponerte en primer lugar. En el imaginario social se puede ver como egoísmo, pero no es así, convéncete de ello, pensar en ti no es egoísmo, es simplemente, cuidarte y amarte a ti mismo.
Una persona con amor propio, es segura de sí misma y tiene el valor para establecer límites y saber decir “no” a todo aquello que le pueda afectar. Quizás es una de las tareas más difíciles que podemos experimentar, pero con la práctica se pierden los temores. Indudablemente, los límites nos ayudan a mejorar la calidad de nuestras relaciones y conservar nuestra estabilidad.
Un aspecto muy relevante para este tema, es la necesidad de protegerte de las personas tóxicas para evitar que envenenen tu mente y espíritu. A tu alrededor existen muchas personas con un perfil tóxico que seguramente tú has logrado identificar, y no se trata solo de evitarlas sino de que manejes efectivamente esa relación, de que aprendas a hacerlo poniendo en práctica los límites de los que mencionamos en el párrafo anterior.
No seas tan duro contigo mismo, se responsable con tus actos, pero no te castigues toda la vida por ello. Más bien debes aprender de tus errores, aceptarlos y perdonarte. Luego de ello, te sentirás libre.
Finalmente, para darle sentido a tu vida y dignificar el amor propio, debes tener un propósito. Para ello deberás tomar decisiones responsablemente que te ayuden a lograr ese propósito lo cual te ayudará a sentirte bien con tu vida y tener éxito en tus objetivos. Esto te gratificará y reforzará tu amor propio.
En PADMATERAPIA te ayudaremos a identificar tu propósito en la vida y te daremos las pautas para lograrlo, todo en beneficio de lograr ese amor propio que tanta falta nos hace.