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Cuando los padres deciden separarse es un momento de confusión para los hijos, quienes pasan a tener una nueva dinámica familiar en donde ahora tienen dos hogares. Sin embargo, esto no significa que las reglas deban cambiar y que cada casa tenga reglas contradictorias. Aunque cada padre tenga personalidades diferentes, al inicio de su relación y desde su rol como padres y madres, establecieron unas reglas que mantenían un orden para la educación de sus hijos y esto debe mantenerse y respetarse.
En este caso, es importante tratar de mantener las mismas reglas que venían estableciendo cuando existía un solo hogar, tratar de llegar a acuerdos en pareja para que los niños no se vean perjudicados y sobretodo confundidos por cuáles son las reglas correctas que debe seguir de ahora en adelante.
Cuando los padres se contradicen, o cómo resultado de un divorcio doloroso no se llegan a acuerdos, los mayormente afectados son los hijos. Una casa permisiva versus una casa donde las reglas tienden a ser mas estrictas también va a generar que los hijos trasladen los conflictos de pareja a sus relaciones con padre y madre y se generen tensiones innecesarias que se suman al problema ya mayor de comprender la separación y ruptura de su dinámica familiar. Lo ideal es conseguir un equilibrio entre los dos hogares, un balance de autoridad y un acuerdo previo que permita a los hijos que esta transición dolorosa sea menos traumática, en donde no permitan que sus problemas y diferencias personales interfieran en la educación de sus hijos
Muchas veces los padres divorciados tienden a tratar de compensar la separación con libertades que antes no se les permitían a sus hijos, tratando de llenar ese espacio que ellos reconocen se ha perdido por su decisión cómo pareja y adultos y por el temor de que sus hijos tengan preferencias por uno u otro. Es importante tener en cuenta no hablar mal de su pareja en frente de sus hijos, no desautorizarlo o autorizar algo que ha sido castigado por el otro, aquí lo importante y cómo decíamos es dejar a un lado las diferencias personales y el dolor que cómo adultos causo la separación, para enfocarse en lo realmente importante que son los hijos y como ellos deben ser educados.
Establecer reglas básicas cómo horarios, comportamientos y límites va a ayudar a que se pueda recuperar algo de la armonía que se perdió con la separación y permitirá que los conflictos con su ex pareja también se alivianen en el aspecto de cómo llevar la autoridad y crianza de los hijos.
Muchas veces los padres pierden el rumbo durante el divorcio y las pautas de crianza se tornan en un tema complicado para los dos, en estos casos PADMA Terapia cuenta con terapias de pareja en Bogotá, que les permitirán conocer la importancia de establecer acuerdos cómo padres, de respetar dichos acuerdos y los límites que han decidido establecer y conseguir una armonía con su nueva dinámica familiar, ayudando a los hijos en este difícil proceso.
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