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La depresión no es algo propio de quién la sufre, quienes rodean y son parte del círculo cercano de aquel que la sufre también padecen consecuencias que pueden afectar su diario vivir. Debemos tener muy en cuenta, que somos parte de su sistema de apoyo, que somos nosotros quienes estamos en la capacidad de ayudarlo, de darle la fortaleza y la directriz para poder superar y manejar esta situación y estado en el que se encuentra actualmente.
Estar para la persona no es sólo decirle que salga a divertirse, a distraerse o a trabajar, ya que muchas veces el estado depresivo afecta la cotidianidad y no le permite a la persona llevar a cabo actividades del día a día que pueden parecer simples para los demás.
Muchas veces y por mucho que se quiera, la persona en estado depresivo no está en la capacidad de darnos respuesta sobre que siente, que le pasa, e insistir en que lo manifieste con palabras puede resultar perjudicial ya que sentirá que no es comprendido. Hay que ser empáticos, pacientes, no agobiarlos y mantener siempre la actitud positiva que con nuestra ayuda podrá superarlo.
Lo primero es estar ahí, presentes, manifestando nuestro apoyo, nuestro cariño y estar alerta a conductas que puedan ser alarmantes con relación al cuidado o a la vida de la persona. Muchas veces debemos ser su cuidador, estar pendientes de ellos como parte de su tratamiento y su recuperación. Debemos ser quienes lo acompañen a que inicie un tratamiento con un especialista quién tiene las herramientas para ayudarlo a sobrellevar esta dura situación. También el familiar o amigo, puede acudir a terapia por su cuenta para que el terapeuta le ayude a conocer los síntomas, identificar los comportamientos y brindarle herramientas que apoyen el proceso. Esta es una situación que no se cura de la noche a la mañana, es un tratamiento que merece su tiempo, paciencia, respeto y mucha empatía, todas son claves para que podamos ayudar a nuestro familiar o nuestro amigo a que recupere su estado de forma tranquila.
En PADMA Terapia, contamos con psicólogos profesionales especialistas en manejo de estados depresivos y conductas suicidas, que apoyarán tanto al paciente cómo a su familia y sistema de apoyo, en el proceso de recuperación, brindándoles a todos herramientas que apoyen el proceso y que puedan devolverle al paciente la vida de tranquilidad y felicidad.
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