Llevas un tiempo chateando con alguien, la interacción es fluida y constante pero un día envías un mensaje y no recibes respuesta, envías otro y otro mensaje, te deja en “leído”, revisas y verificas que está en línea, pero sigue sin contestar, a los pocos días te das cuenta que te ha bloqueado y no vuelves a saber más de esa persona… ¿Te suena familiar o conoces algún caso cercano?
Pues seguramente ya que es una práctica que se ha popularizado con la aparición de las redes sociales y entró en auge durante la pandemia y se le conoce como Ghosting. básicamente la persona ha decidido cortar de manera voluntaria toda comunicación contigo. Dicho de otra manera, se trata de desaparecer por completo de la vida de otra persona sin decirle nada, ni avisarle ni darle explicaciones del fin de las interacciones. Y como la interacción ha sido virtual y no presencial, la relación es más bien superficial y por lo tanto recurrir al ghosting o desaparecer de la vida de la persona se convierte en una opción fácil y cómoda.
Para la persona “abandonada” este acto puede ser catalogado como irrespetuoso y hasta violento dejando consecuencias de tipo emocional. Se puede dar tanto en una relación amorosa como de amistad y puede estar determinado por la madurez emocional y las habilidades comunicativas que posee quien cortó la relación.
Dentro de las causas para que una persona realice esta práctica se encuentran: baja autoestima, el haber sido víctima de ghosting, dificultad para gestionar las emociones, problemas psicológicos, ansiedad social y hasta rasgos de personalidad narcisista, agresiva o tímida que en su conjunto podrían llevar a que la persona cometa este tipo de abuso emocional.
Es posible que alguna de las partes haya dicho algo que haya ofendido o asustado a la otra persona, queriendo así cesar de inmediato la comunicación. También es posible que sea una respuesta para terminar una relación tóxica o que simplemente que la otra persona haya perdido el interés. También que existiera otra persona a la que prioriza, o incluso que no quiera dejar claro el fin de la relación por si acaso en algún momento volviese a aparecer la oportunidad.
Las consecuencias pueden ser devastadoras para las personas con baja autoestima, ansiedad o depresión debido a que no hay una respuesta que justifique la desaparición de la otra persona. Entonces, las consecuencias también van a depender de lo importante que haya sido la persona que ha hecho ghosting. Si era una relación de poco tiempo de conocerse, el acto no va a representar más que una molestia leve que se supere pronto. Pero si era una relación romántica o de amistad íntima puede llegar a tener un impacto notorio con tristeza y angustia.
Otras personas podrán sentirse irrespetadas, usadas y rechazadas. Además, si la persona no sabe gestionar sus emociones, el ghosting refuerza las distorsiones cognitivas y las creencias negativas que se posea y se interprete como un acto merecido basado desde un sentimiento de culpa.
Así mismo, el cerrar el ciclo de la ruptura con esa persona se hace más difícil debido a que se desconocen las causas o motivos de la misma, lo que lleva a cuestionar constantemente que ha podido pasar.
Si crees que eres víctima de ghosting, lo primero que debes hacer es reconocerlo y evitar caer en situaciones similares a futuro. Evita justificar el por qué la otra persona te hizo ghosting y cortó todo tipo de comunicación. Tener una buena autoestima te ayudará a analizar el comportamiento de la otra persona y ponerte límites basados en lo que mereces y lo que no, reduciendo el valor que se le ha otorgado a la otra persona. No generalices esta actitud con otras relaciones afectivas.
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