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La adolescencia es la etapa de la vida que se marca en el final de la niñez y termina al iniciar la edad adulta, inicial alrededor de los 13 y 15 años y termina hacia los 17 – 18 años. Esta etapa conlleva un sinfín de cambios tanto físicos como psicológicos y comportamentales en los niños, que los hace sentirse incomprendidos y confusos.
Y aunque todos quienes pasamos por esta etapa tendemos a tener cambios comportamentales, a sentir repulsión por distintas actividades y a mostrar comportamientos rebeldes, existen varios signos de alerta que nos indican que nuestro hijo o hija adolescente está siendo rebelde y se nos está saliendo de las manos.
- Al segundo llamado de atención no acata la norma: Muchas veces hay que hacerles caer en cuenta de la importancia de cada cosa que realiza, y aunque esta etapa se caracteriza por estar tratando de descubrir ellos solos un mundo nuevo que se les presenta, y la búsqueda de cierta independencia de sus padres, somos nosotros, los padres o adultos responsables quienes debemos ayudarlos y guiarlos por un camino correcto, marcándoles límites y estableciendo normas para poder entendernos mutuamente y que comprenda la importancia del mundo adulto al que se va a enfrentar prontamente. Cuando nuestro hijo, nieto, sobrino, no acata las normas, aunque lo repitamos en más de una ocasión, entonces debemos empezar a buscar nuevas vías de comunicación que le hagan entender que entrar en esta etapa también conlleva varias responsabilidades.
- No hace las tareas: Muchas veces las responsabilidades escolares pueden ser agobiantes, sin embargo, estas los están preparando para aquellas responsabilidades que va a traer el mundo adulto, la universidad y la siguiente etapa a la que se enfrentaran en su adultez. Cumplir con sus deberes escolares es su responsabilidad y hay que hacerlos entender que esto es solo el comienzo de las responsabilidades que deberá cumplir en el resto del camino.
- No se acuesta a la hora establecida: Crear rutinas nos hace seres humanos más organizados, lo que nos ayuda a cumplir con todas las tareas diarias. Cada actividad diaria tiene un tiempo establecido, y este debe ser cumplido a cabalidad para crear un orden y una disciplina. La hora de dormir, les permite no solo crear rutinas, sino además cumplir con el descanso necesario para llevar el día a día.
- Cambios repentinos en el estado de animo: la adolescencia tiene como particularidad el estar irritables, y es que los cambios hormonales en parte son los responsables de su actitud. Sin embargo, adolescentes que nos muestran cambios en su estado de ánimo de forma repentina, y que responden de forma agresiva o grosera a lo que se les ordena, nos están dando fuerte señales de rebeldía.
- Decir No frecuentemente a las peticiones: Como hablábamos anteriormente, el aumento de las responsabilidades es un de los puntos que más se dificulta en la adolescencia. Entender que se les está pidiendo más de ellos a veces conlleva a conflictos entre cuidadores y jóvenes, rompiendo con la armonía de la relación familiar. Tienden a negarse a las peticiones, porque también están midiendo a sus padres, están queriendo pedirles independencia, pero aún no les es posible entender que la independencia no es negarse a hacer lo que se les pide y evadir sus responsabilidades.
Como vemos, la adolescencia es una etapa difícil en la tarea de ser padres, sin embargo, en algunas ocasiones podemos ver cómo nuestros hijos se nos están saliendo de las manos y no entendemos muchas veces sus comportamientos rebeldes y en ocasiones agresivos y sin sentido. PADMA Terapia, cuenta con terapia infantil, terapia familiar y para adolescentes, donde les damos herramientas tanto a cuidadores como a los jóvenes, para sobrellevar con la mayor armonía este momento y poder establecer una dinámica estableciendo reglas, responsabilidades y espacios que ayuden a manejar mejor esta etapa nueva en la vida de nuestros hijos.
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