¿Quién no ha soñado alguna vez con una relación de pareja al estilo de Romeo y Julieta? Ese amor romántico, apasionado y esplendoroso donde lo das todo por la otra persona y recibes lo mismo y hasta más… En fin, creo que todos en algún momento de nuestra vida lo hemos pensado y hemos anhelado; que esa persona fuera exactamente como nosotros la queremos, pero, por desgracia, la vida nos muestra otra realidad.
Las relaciones sentimentales son una esfera de funcionamiento vital en nuestra vida, así hayas escogido como proyecto no tenerla quizás porque en algún momento “te pagaron mal” y sufriste. Pero, es en este punto donde precisamente tenemos que hacer un alto y reflexionar acerca de nuestras expectativas para con una relación ya que, de no hacerlo, nos podemos salir de control.
Se podría definir que una expectativa es una creencia o una idea sobre un futuro esperado o probable, con personas reales o imaginadas, para nuestro caso, y como la expectativa está en nuestra mente, también nos hace actuar en su dirección, generando de esta manera dificultades en la interacción con la otra persona en el día a día. Ahora bien, hay ocasiones en las que las esperanzas que pones en el amor no se ajustan a la realidad, ya sea porque se basan en un optimismo injustificado, o porque nos hacen caer en algo que puede ser considerado miedo al abandono. Por eso es importante conocer hasta qué punto son compatibles y encajan entre sí o hasta qué punto esas ideas no son tan exigentes con lo que la vida nos ofrece. Hay que tener en cuenta que no son solo con la persona con quien deseo estar sino también con el contexto material en el que me visualizo con esa persona. Por ejemplo, estar al lado de la playa en una casa lujosa cuando ahora no tengo una situación económica estable que me permita hacerlo.
Con este tipo de pensamientos, no es extraño que las expectativas en la relación de pareja sean tan dañinas. Además, el problema se agrava porque no le decimos a la otra persona lo que queremos que haga. Por desgracia lo habitual es comenzar a salir con alguien y esperar que adivine cómo debería comportarse exactamente con nosotros y cuando no lo hace o cuando rompe alguna de nuestras reglas no explícitas, nos enfadamos y frustramos.
Por eso, enseguida te brindamos unas recomendaciones para evitar que tus expectativas sigan estropeando tus relaciones amorosas.
Debes ser un poco más flexible
Algunas veces parece que buscamos pareja utilizando una lista de chequeo con los requisitos que la otra persona debe cumplir y somos estrictos con eso. El problema es que somos humanos y por lo tanto no somos perfectos, por lo que es casi imposible que alguien encaje totalmente con las expectativas de una pareja ideal. En lugar de ello, trata de vivir un poco más el momento. Tener expectativas está bien; pero es necesario que te asegures de que no lo llevas a un extremo en el que te perjudica más que ayudarte.
Pon en conocimiento del otro lo que no es negociable
Es fundamental que descubras cuáles son tus propios límites y encuentres las cosas que realmente no son negociables para ti. Una vez que los descubras, tienes que ser capaz de transmitírselos claramente a la otra persona. Así, tu pareja podrá saber exactamente qué es lo que te molesta de verdad y lo tendrá en cuenta para no hacerte daño sin darse cuenta.
Pregúntale a tu pareja cuáles son sus límites
Está muy bien que tú tengas claro y que sepas lo que no es negociable para ti. Sin embargo, para que la relación sea funcional, tienes que averiguar cuáles son los límites de tu pareja. La manera más fácil de descubrirlo es preguntándole directamente, sin tapujos, sin miedos. Si ves que tu pareja no es capaz de decirte lo que necesita y lo que le molesta, tendrás que ayudarle a averiguarlo, si así lo decides. Solo sabiendo exactamente cuáles son, pueden entre ambos evitar los problemas que crean las expectativas en la relación.
Por favor, no intentes dar una imagen que no es real, ya que hay quien espera tener relaciones amorosas atrayendo al perfil de una persona comportándose de una manera que se supone que atrae a ese tipo de personas. Esta es una práctica que no lleva a ningún lado y terminarás ahuyentando a alguien que pudo compatibilizar contigo. Por sí fuera poco, te seguirás sintiendo solo y decepcionado de ti mismo.
Ten presente que las relaciones de pareja serias no solo se basan en el amor pues van de la mano de compromisos y esfuerzos orientados a crear un clima de mutua confianza y respeto. Esto hará que aparezcan expectativas reales acerca de lo que sucederá en el futuro en esa relación.
Te invitamos a que vivas al máximo y disfrutes la relación con tu pareja, (o con quien estés saliendo), en el aquí y en el ahora, sin expectativas, solo vívela y cuando te sientas lista/o, pregunta al otro sobre lo que espera de la relación.
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